El viejo modelo de liderazgo situaba al líder en el centro del grupo de trabajo. Esto significa que el líder podía controlar la mayor parte de las comunicaciones entre los miembros del equipo. En ciertas circunstancias, este modelo funcionaba bien, pero se basaba en varios supuestos claves. Si los supuestos eran erróneos, el modelo de liderazgo era menos efectivo (Holpp; 2003).
Supuesto 1. El líder poseía cierta información empresarial crítica. Era la única fuente de información sobre producción, planificación, recursos y plazos. Esta es una actitud del Padre Critico negativo (PC -), el cual para mantener su poder no da oportunidades de crecimiento y limita la creatividad, limitando la facilitación de los recursos.
Supuesto 2. Los miembros del grupo habían planeado al detalle el trabajo y no necesitaban comunicarse con nadie.
Supuesto 3. El líder tenía tiempo para ser el conducto a través del cual realizar todas las comunicaciones necesarias entre los miembros del grupo. Estaba allí para escuchar y transmitir información. Aquí la actitud es la de un Padre, que guía, y la de un Adulto que da información veraz para la toma de decisiones en función de una base informacional sólida.
Supuesto 4. El líder era el único responsable del proceso, así que tenía que controlar todos los aspectos del mismo. Este supuesto se sustenta en el comportamiento de un Padre controlador.
Supuesto 5. El líder estaba físicamente presente todo el tiempo: Puesto que era el centro del grupo y controlaba toda la interacción, debía estar allí en caso de que sugiera algún problema (Holpp; 2003). Aquí la actitud es la de un Padre Critico negativo, quien no da permisos y pretende controlarlo todo.
En la actualidad, esos supuestos ya no son validos puesto que la mayoría están sustentados en preceptos del estado Yo del Padre como guía único y única fuente del saber mientras que la parte creativa del Niño esta oculta y el director racional del Adulto bien informado y dispuesto a generalizar la información esta reprimido. En el nuevo puesto de trabajo hay muchos líderes tradicionales: directivos o supervisores. Los líderes que quedan ni tienen tiempo para dirigir cada detalle del trabajo ni se puede esperar que estudien las comunicaciones entre los miembros del equipo. Y lo que es más importante: se pide a los empleados que asuman la responsabilidad. Esta nueva responsabilidad debe ir acompañada de un grado de autoridad. Y ésta, a su vez debe ir acompañada de un liderazgo. Cuando todos actúan como un líder, no hay lugar para el líder tradicional. El nuevo líder tiene que actuar más miembro del equipo cuyo papel especializado añade valor al equipo lo que implica dar una mayor participación al Niño libre, creativo y motivador, al Adulto planificador y responsable, y al Padre Nutritivo (+) orientador y respetuoso.
Dr. Félix Piñerúa Monasterio
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