viernes, 16 de diciembre de 2011

Lo Inconsciente Personal y Colectivo en los Alebrijes


Los sueños y el arte son tal vez las puertas de entradas más directas al inconsciente, tanto personal como colectivo. Así también hay momentos en que estos dos lenguajes se unen o bien en una persona o en un colectivo, dándose en ello historias paralelas, como sucede en el caso de los Alebrijes.

Pedro Linares López, cartonero mexicano, a la edad de 30 años y producto de una enfermedad quedo sumido en un profundo sueño donde entro en contacto con el mundo de lo inconsciente. Sin acceso a médicos que pudieran tratar su enfermedad, sus hermanas, con remedios caseros trataron de hacer que reaccionara sin tener éxito, al final no podían hacer nada más que rezar y encomendarse a los santos por la salud de su hermano. En cama e inconsciente, Pedro soñaba con un lugar extraño e interesante, muy apacible; algo así como un bosque donde había árboles, rocas y animales; podía ver las nubes y el cielo de aquél mágico escenario. Él decía que todo estaba en calma, que no sentía dolor y estaba feliz de estar caminando en ese lugar, pero de repente, las rocas, las nubes y los animales se convirtieron en criaturas extrañas, eran animales que no podía distinguir ya que eran de una naturaleza muy extraña. Don Pedro vio un burro con alas, un gallo con cuernos de toro, un león con cabeza de perro. Todos estos animales gritaban una sola palabra: "Alebrijes", gritaban más y más fuerte: “¡Alebrijes, Alebrijes, Alebrijes!” o si se quiere “¡despierta, despierta, despierta!” en una acción de su inconsciente para sacarlo de su estado de letargo a través de imágenes impactantes que tuvieran este efecto. Existen ciertas experiencias que demuestran los efectos del inconsciente colectivo más claramente que otras. La experiencia de amor a primera vista, el deja vu (el sentimiento de haber estado anteriormente en la misma situación) y el reconocimiento inmediato de ciertos símbolos y significados de algunos mitos, se pueden considerar como una conjunción súbita de la realidad externa e interna del inconsciente colectivo. Otros ejemplos que ilustran con más amplitud la influencia del inconsciente colectivo son las experiencias creativas compartidas por los artistas y músicos del mundo en todos los tiempos, o las experiencias espirituales de la mística de todas las religiones, o los paralelos de los sueños, fantasías, mitologías, cuentos de hadas y la literatura.

Pedro siguió su camino en aquél fantástico sueño y al recorrer un camino de piedras vio a un hombre caminando tranquilamente y le pidió ayuda para salir de aquel lugar. El hombre le dijo que él no debía estar en ese lugar todavía y que tenía que caminar más adelante, a unos cuantos metros había una salida. Así la fuerza y la claridad interior que necesita el ego para tomar una decisión tal, viene producida secretamente por el Gran Hombre que, aparentemente, no desea revelarse con demasiada claridad. Puede ser que el «sí-mismo» desee que el ego elija libremente o puede que el «sí-mismo» dependa de la consciencia humana y de sus decisiones para ayudarle a hacerse manifiesto. Pedro corrió y corrió hasta estar frente a una ventana estrecha, por la cual apenas pudo escabullirse y en ese momento despertó. En medio de su propio velorio se levantó repentinamente, se escuchó una expresión de asombro entre rezos y exclamaciones al verlo reaccionar de lo que parecía su muerte. Después de ese momento y Pedro ya totalmente recuperado, empezó a recordar su sueño y quería que su familia y todas las personas conocieran a esos animales fantásticos.

Así los Alebrijes emergieron del mundo de lo inconsciente, convirtiéndose en una artesanía mexicana inventada en el mundo de lo consciente por el mencionado Don Pedro Linares López en 1936 en México D.F. y quien siguió trabajando en la confección de estos míticos animales hasta un día antes de su muerte, el 26 de Enero de 1992 a la edad de 86 años.

Dr. Félix Piñerúa Monasterio